En el negocio de las renovables, las economías de América Latina se
están convirtiendo en un importante foco de inversión mientras Europa y
Estados Unidos se toman un respiro. El 6% del dinero movilizado el
pasado año para financiar proyectos a escala global fue a la región,
sobre un total de 268.700 millones de dólares destinados a las
denominadas energías limpias.
Pese a que América Latina aumentó en un año su peso relativo frente a
otras regiones, también se observa que la inversión se contrajo casi un
4% entre 2011 y 2012, según un estudio elaborado por el Fondo Multilateral de Inversiones y Bloomberg New Energy Finance.
En cualquier caso, es algo menor si se compara con el declive del 11%
reigstrado en el negocio global de las fuentes renovables.
Los técnicos hablan de “nueva frontera” para las inversiones en
energías de bajas emisiones de carbono, gracias a que “los marcos
legales se expanden y fortalecen” en América Latina. Como señala Greg
Watson, del Banco Interamericano de Desarrollo, “el rápido descenso de
los costos y el mejor clima de inversión lo hacen un mercado interesante
y asequible”.
El Fondo Multilateral de Inversiones proporciona asistencia técnica
al sector privado en los países latinoamericanos. También da ayudas
indirectas, préstamos e invierte en proyectos. Bloomberg New Energy
Finance es su socio en Climacopio, una herramienta de evaluación de las
energía limpias. Se lanzó el año pasado y pretende ayudar a inversores
extranjeros a “navegar” por el sector.
La capacidad total de las energías renovables en los 26 países de
América Latina y el Caribe pasó de 11,3 gigavatios en 2006 a 26,6
gigavatios en 2012. Sólo en 2012, la región incorporó 3,3 gigavatios de
nueva capacidad renovable, lo que representa un incremento anual del
300%. En cifras de inversión, se movilizaron cerca de 16.800 millones en
2012. El grueso fue al sector eólico, con más de la mitad de la
inversión total.
Freno en el crecimiento
El de 2012 fue el segundo año al alza en términos de inversiones a
renovables. Aunque los organismos internacionales anticipan una
moderación del crecimiento económico, los relatores no esperan bruscas
caídas en la financiación de proyectos. “Vemos una actividad robusta,
especialmente fuera de Brasil”, apunta Ethan Zindler, desde Bloomberg
New Energy Finance.
Brasil, como mayor potencia de la región, es también la que ocupa el
primer lugar en el Climascopio. Captó cerca de 9.200 millones. Pero si
antes se llevaba cerca del 80% de la financiación total, ahora baja al
55%. Esto se debe a que redujo un 36% la inversión en energía limpia,
aunque también se explica porque la inversión se está diversificando
hacia pequeños países.
Excluyendo Brasil, la financiación en la región se disparó un 164% en
2012, alcanzando 7.500 millones. Chile es el segundo del Climatoscopio,
tras multiplicar por cuatro la inversión en energías renovables.
República Dominicana y Uruguay también registraron incrementos muy
altos. México, que aparece el quinto en la lista, es el segundo país que
más invierte, con el 17% del total.
Nicarauga, la tercera
Destaca el tercer puesto de Nicaragua en la clasificación, pese a
tener de las rentas por habitante más bajas mientras la que más avanzó
en el ranking fue República Dominicana, al subir siete puestos. Por lo
general, el costo de la energía sigue siendo alto, lo se ve como una
oportunidad para invertir. También se cita la alta demanda y el deseo de
estos países de ser autosuficientes.
De hecho, hay un factor geopolítico importante a tener en cuenta al
analizar la posición de América Latina como futuro polo de inversión
para las renovables. “Muchos países quieren dejar de depender de las
importaciones de carbón, gas natural y petróleo, para no depender de sus
vecinos”, explica Zindler, “eso les motivará a sumar las renovables en
el mix final”.
Uno de los segmentos de mayor potencial de crecimiento es la energía
solar, donde la inversión es del 7%. “Eso está empezando a cambiar, se
está sumando capacidad”, señala Zindler. Watson añade que el incremento
de la demanda del consumidor meterá presión a los gobiernos para buscar
nuevas alternativas energéticas a las tradicionales e incentivar las
inversiones en renovables.
Referencia:
Sandro Pozzi (16 OCT 2013). Economía, El país. Recuperado de http://economia.elpais.com/economia/2013/10/16/actualidad/1381910511_393276.html.
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